viernes, 28 de febrero de 2014

El nido, arreglado y colocado.

Y con ilusión me tiro de cabeza a probar suerte. Desde hace mes y medio he notado el cambio de color de la cera de Sora. Y las dos últimas veces que le limpié la costra noté que había estado ganando peso. Considero dentro de mi criterio, que está en forma como para anidar. Es la primera vez que hago esto con una periquita que no "está entera", con lo que sale de mi experiencia totalmente. Esta será mi primera vez, y espero que siente precedente para saber si es posible o no que una periquita impedida de un ala y tuerta pueda o no realizar una nidada.



Los periquitos llevan ya una temporada con un suministro de Calciocolina P, Tabernil AD3E, semillas germinadas y algunas ramitas de pamplina. Mi intención evidente es suplir posibles carencias de estos antioxidantes, y un refuerzo de calcio para Sora (especialmente, Descaro no me preocupa tanto). Después de dos semanas, Sora lo primero que hizo fue acordarse de que el sepión que llevaba meses colgado y que picoteaban de cuando en vez, era lo suficientemente blando como para cebarse en él... Así que eso hizo, lo vació con auténtica saña. Había notado el aumento de interés por el hueso de sepia, pero cuando me encontré con eso creo que supe interpretarlo. Y no conforme con destruir la sepia, estuvo concentradísima con una esquina de la tela que los cubre, pelando primero el alambrito de pan de molde que uso para sujetar la reja del suelo a la estructura de la jaula para hacerla más segura (si no quedan huecos peligrosamente anchos entre el suelo y las paredes de la jaula), y masticando enérgicamente la tela después.

Así que después de esperar lo justo (he de admitir que siento impaciencia), confío en que los fríos que puedan venir a partir de ahora no sean tan intensos como las olas de frío que hubo este invierno, y les he acondicionado el nido... En mi caso, no era sólo colgarlo.

Mis nidos tienen la abertura a un lado, de manera que cuando los abres, si no estás del lado correcto, no sirven para nada, lo que condiciona que sólo puedas poner el nido o en el lado izquierdo de la jaula, o en una de las puertas frontales (teniendo en cuenta que hay una pred tras la jaula, de estar en el aire colgada esto no sería un problema). Así que cogí mi punzón para quitar las grapas que unen las tablillas dispuesta a cambiar la tapa de lado. Mientras retiraba las grapas, se me encendió una bombillita... ¿Porqué no hacer simple y llanamente, dos puertas en lugar de una sóla? De ese modo, por cualquier circuntancia, el nido me serviría en todos los casos si tuviese que cambiar su ubicación en un momento diferente del futuro. Así que dicho y hecho. Me ahorré mucho trabajo, pues la tapa original usa como goznes dos puntas, que todavía no se me ha ocurrido cómo sacar sin dañar la estructura más de lo que se consideraría razonablemente necesario.

 


Tapa del lado original (conservada)



Tapa que se abre del lado deseado (tabla desgrapada y con tornillos a modo de goznes).




Las dos tapas abiertas... ¡¡Éxito!! Ahora podría colgarlo de cualquier lado que siempre tendría ángulo de visión. Un buen arreglo :)


En las fotos se puede ver cómo uso el tradicional método de la alcayata para usarlo como cerrojo de seguridad. Algo simple y al alcance de cualquiera. El palo es exageradamente largo, pero he de decir que he notado que resulta mucho más fácil acceder al nido cuanto más largo es el palo, pues se acerca lo suficiente a perchas ya existentes sin necesidad de poner ninguna auxiliar. Lo mismo con el zuro de maíz, por lo inusual de esta nidada (para mí al menos), le he puesto tres o cuatro veces más del zuro recomendable (tiene dos dedos de espesor). La intención es sencilla: que Sora escarbe y tire afuera todo lo que le sobre y se sienta más a gusto en ese nido. Si en algún momento tiene intenciones de iniciar nidada, estoy segura de que me va a tocar barrer bastante el suelo n_nU ...



Y ya el nido puesto, el primero en ir a investigar con mucho entusiasmo fue Descaro (cómo no, es incluso el que se atreve a acercarse a mis dedos si le estoy ofreciendo pamplina, el nombre le viene como anillo al dedo). Dió un suave picoteo, hacía gorgoritos y a ratos iba hasta díodne Sora, invitándola a que le hiciese caso. Leí en un artículo que en la naturaleza son las hembras las primeras en llegar a dónde es posible hacer nido, o a la oquedad que les gusta para iniciar una nidada... ¿Seguro? ¿Tan desvirtuados están nuestros peris domésticos?


Me quedé un rato mirando para intentar sacarle una foto a Sora investigando, pero como me esperaba, ella estaba más tranquila si yo desaparecía; y desde el interior de la cocina la vi llendo a investigar. Ya sabe que está ahí, seguro que reconoce su utilidad. Ahora sólo queda que quiera dársela, o que Descaro logre convencerla..


No hay comentarios:

Publicar un comentario