Puesta otoñal.
Después de que hayan pasado las posibilidades de más olas de calor, decidí arriesgarme a poner a estos dos en una jaulita para ellos a ver si había suerte. El clima quiso ser favorable conmigo y el paisaje que me rodea, y estuvo por lo menos 20 días lloviendo suavemente y de forma apenas interrumpida. Esto, para que las periquitas tengan deseos de anidar, es un plus.
Zorrillo vino desde Huesca, era uno de los más jóvenes junto con Lira (la pía dominante canela gris que se fugó con Mos cuando nos atacó la gavilán). No tuvo pareja estable hasta que Mos se fugó, y fue cuando, ni corto ni perezoso, se em parejó con Lima, con quién tuvo un inicio de nidada estupendo, pero ella acabó falleciendo en mitad de la puesta. En ese triste momento, supe que era tan fértil como cualquier otro.
Rubí nació en la primavera de 2024 (hija de Séfora y Arquímedes, compañeros de viaje de Zorrillo). En cuanto maduró un poco, se encaprichó con Zorrillo. No me gusta mucho la combinación, ella es "cuasi lacewing" y él es flavo. El motivo es evidente... Así que esta primavera intenté que Rubí se cruzase con Zakarí, pero no quería saber nada de él, así que accedí a que se estrenase con el macho de su elección... Pero fue demasiado tarde, terminaba la primavera y llegaban olas de calor, así que tuve que desmontar el tinglado en cuanto terminaron Séfora y Kiko con su segunda nidada.
Y comenzó el otoño climático. Yo lo tenía claro: dejaría pasar una semana para que Rubí dejase de intentar huir hacia los demás. Si pasaba esa primera semana cambiando un poco su comportamiento, esperaría una semana más a ver si desarrollaba interés por el nido.
Durante la primera semana le di colina para corregir el hígado (andaba cagando verde botella) y tuve que ir adaptando el tema comederos, pues es tan cafre que no puedo usar los medianos de peineta para darles nada, porque se cuelgan dentro, y ella los levanta a conciencia hasta que los desengancha y la lía parda. Así que: comederos de capilla. Al principio se retorcía debajo y colaba la cabeza por la perchita, luego picoteaba los bordes con insistencia. No sabía si el material iba a resistir sus constantes embates.
Heces corregidas en unos días, descanso, y si la cosa sigue bien, paso a darle con el ciclo de cría.
Pasó esa semana y por suerte para los pobres comederos empezó a tomarle gusto a hacer la campana con las rejas del techo: picoteaba con fuerza y se oía a diario a casi todas horas "¡clanc! ¡clanc!", y se daba un garbeo mirando por el agujero del nido. Vaaaaaaaaaaale... Yo encontraba zuro de maíz por el suelo de la jaula, pero había visto que entraba Zorrillo, así que no sabía si era interés de ella o un modo de incentivar por parte de él.
Hasta ese momento, iba ganando los puntos para dejarlos dónde estaban, y cuando definitivamente se iban a quedar, fue cuando noté que la cloaca de Rubí era perfectamente visible entre las plumas. Eso significaba que estaba formando su huevo y apareándose, pues me ha tocado descubrir que tiene la misma capacidad de su madre (Séfora) para que el "famoso culo huevero" no se le note, y conserva su forma de misil. Un tipazo el que se gastan esas dos. Revisaba el nido muy de cuando en cuando, y pude verificar un día que había un montón de zuro en la bandeja que me vació completamente el sustrato del nido.
Un poco harta de molestar sacando la bandeja para rascar las heces, cubrí el resto del suelo con zuro, de este modo puedo retirar las heces a demanda sin apenas incordiar: retiro un poco la bandeja, y con una cuchara quito los montoncitos.
Y de nuevo, tuve que adaptar el asunto. Cada vez que cogía el comedero, Zorrillo entraba al nido como un refugio. Si no puedo evitar que huya así al ponerles las verduritas, el huevo o cambiarles el agua, al menos, con el tema del comedero lo quiero evitar, así que adapté la malla derecha par apoder poner un comedero tolva, y mantener más la distancia.Y el día 15 de Septiembre por la mañana, estaba el primer huevo. ¡¡Se me antojó diminuto!! Cosa que verifiqué con los que vinieron a continuación... Fiel a su madre, ella también procura quedarse en el nido desde el primer huevo. A día de hoy llevamos 4 huevos, no sé en cuantos se va a quedar. Su madre puso muchos las dos últimas nidadas, sólo tuvo mala suerte con el macho que no atinaba cuando realizaba la monta. En ente caso he mirado el primer huevo con linterna (hoy mismo) y está fecundado, así que deduzco que los demás también 😅 . Hay que comprobarlo o esperar, pero las posibilidades juegan a favor de que sí.
En estos días revisando, cuando marqué el tercero me los quedé mirando un ratito... No sé cuanta paciencia tuve, pero hasta que salí de la antesala de la voladera, Rubí no quería volver al nido, y cuando los veo por la ventana, si ella sale, es la que persigue a Zorrillo con intenciones amorosas y no al revés. Por lo menos ya no se cuelga del techo ni se pone a picotear nada intentando salir.
Si el primero fue el día 15, y pongamos que hace igual que su madre, contemos unos 18 - 20 días desde aquí. Si todo sigue funcionando, esperamos el primer polluelo entre los días 2 y 4 de Octubre.
La verdad es que ella es tan nerviosa que no sé muy bien qué esperar.
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