He aprovechado que encerré a todos los demás en el jaulón (Odín, Nizael, Bay -que estaba separado y la he vuelto a poner con ellos-, Zeus y Merlín), para dejar la jaula de cría sin el "techo". Es una jaula desmontable y plegable, y no es la primera vez que hago esto; para evitar que se abombe hacia afuera por el peso del nido, pongo simplemente un alambre gureso a modo de tirante, y la estructura no se desmorona ni el nido queda inclinado. En cuando dejé el techo libre, la pareja se dio unos vuelos intensos y enérgicos. Los vi juguetear, estirarse... Necesitaban moverse.
Cómo anécdota, vi a Sora jugando con la camiseta que se ve ahí enpinzada. Mordisqueando y retorciendo la tela. Ojalá sirva esto para evitar que el picaje vaya a más.
Después del intenso garbeo, Sora regresó al nido mientras Marcus "marcaba" territorio con sus gorjeos en la percha más alta de mi balcón.
Que buena idea la del techo, y tienes toda la razón, es importante que salgan a estirarse un rato :)
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