La cosa está siendo movidita

En este período entre entrada y entrada, se han sucedido varios cambios en la nidada que me tuvieron muy pendiente de los polluelos. Aumenté la avena, casi a discreción tanto en la mezcla de semillas como germinada. Tuve que cambiar de sistema de germinación para poder sacar una cantidad considerable que me permitiese ponerles de dos a tres cucharadas al menos dos veces al día. Llevan apenas 12 días y ya han consumido un total de medio kilo de avena (el 95% en forma de germinado).



A día de hoy los 4 están anillados, tienen de menor a mayor: 15, 21, 22 y 25 días. Y creo poder decir que dos serán caras doradas simples, uno cara amarilla tipo II y un posible cara dorada doble. Los 4 son machos, 3 de ellos son violetas. El más pequeño todavía no se sabe qué color tendrá en el cuerpo, pero siendo ambos padres violetas tiene posibilidades de ser como sus 3 hermanitos mayores.


Sora comanzaba a picar con más intensidad. A los mayores les arrancaba los cañones y algunos mostraban sangrado. Completamente limpios de plumón, lo único que iba a cubrir sus cuerpos eran las futuras plumas, y su madre se las estaba arrancando poquito a poco. Lo primero que hice fue embadurnar a diario con crema hidratante, algo que aparentemente amortiguó el interés de Sora por pelarlos; pero fue irme un día de casa, y al siguiente ya me encontré con las heriditas nuevas y los cañones arrancados.

Los mayores ya contaban con cañones corporales y una edad suficiente para que su padre los atendiera. Cuando ya están así de grandes (con unos 18 - 20 días más o menos), si tienen hambre llegan a asomarse por la puerta, y esto incita al macho a alimentarlos. Pero carecían de plumón y eran sólo 2, con lo que suponía que el calor corporal de la madre o de más hermanos iba a ser necesario para que no acabasen con una hipotermia, especialmente denoche.

Por las dudas por el calor, coloqué los dos mayores en un segundo nido, esperando que la madre se quedara con los dos más pequeños y dejae en paz a los otros. Pretendía devolver a los pollos al nido inicial para que durante la noche, Sora los arropase. Ese primer día, con las dudas de si los iban a alimentar, les di una toma incompleta de papilla para que no estuviesen totalmente vacíos, y poder ver si el contenido del buche aumentaba. No hubo inconvenientes, fueron alimentados.

Al segundo día, repetí la operación, pero esta vez, Sora se acercaba y entraba al nido. Los alimentaba, pero también hacía sesión peluquería. Así que no había más remedio, había que separarlos o empapillar.

Evidentemente, empapillar es un trabajo extra, no es sencillo y no aseguras la mejor salud y crecimiento de los pollos, así que prefieriendo infinitamente que se encargase el padre de sus hijos; dividí la jaula de cría con el separador opaco y dejé del lado derecho a Sora con los dos más pequeños, y al lado izquierdo a Descaro con sus dos hijos mayores.

Aunque el nido aparece en el frontal, definitivamente lo coloqué en el extremo por las dificultades que presentaba manipular cosas y evitar que Descaro saliese volando por accidente.

De nuevo, me encontré con el problema del calor (o más bien, del fresco). Esa primera noche con la jaula dividida los cubrí como todas las noches, pero dentro de casa. A la mañana siguiente, los volví a poner fuera.

La segunda noche tuvo una temperatura benigna, así que ya no los metí en casa, sólo los tapé... Pero para curarme en salud, con dos mantas sobre el nido. Y al tercer día, cuando al vigilar los polluelos de Sora vi que empezaba a descarnarle una de las alas al tercero, lo moví al nido de Descaro.

Sora ceba más despacio, apenas sale del nido a llenar su buche, con lo que aparentemente dos pollos podían "ser mucho". Descaro en cambio es todo lo contrario, se pasa el tiempo fuera, y cada cosa que le pones la devora y no tarda (en cuanto la consume) en ir al nido a compartir. Los polluelos de Descaro tienen el buche completo antes de mediodía. Ahora, Sora tiene uno sólo y de momento lo alimenta mejor que cuando eran dos. Teniendo el 4º apenas sus 15 días, de momento no tiene heridas, sólo una piel rosada y limpia de todo rastro de plumón, con cañones que ganan en longitud en sus alas y en su espalda, es respetado por su madre de momento, pero cuento los minutos para dárselo a su padre y sacar a Sora de la jaula de cría.

Ya llevan separados 6 días en total, y este es el resultado:

El mayor, que es callado, tranquilo, pero ¡es el único que no se corta y te da un picotazo! Tal vez lo bautice como "Chad". Es el que veo cara amarilla tipo II y cielo violeta.

El segundo, estaba pensando en llamarlo "Renji". Es el que hasta ahora era el más inquieto, no se callaba ni debajo del agua (es un decir), y arrasa allá por dónde pasa xD. Cara dorada simple y violeta cobalto.

El tercero. ¿Qué tal le quedaría "Ichigo"? Sería "Ichi" para los amigos, jejejeje. Es inquieto pero no es un terremoto "inaguantable" como el segundo. Cara dorada doble violeta de cobalto.

El cuarto y más pequeño, al que no le quito el ojo de su piel y sus alitas. Aún no he pensado ningún nombre. Cuando crezca un poquito más... A lo mejor es por ver a los otros tan grandes, pero por momentos me parece que va con cierto retraso. ¡Incluso conserva el diamante del pico!

Sumar a la retahíla de cosas que hoy me he llevado un pequeño susto al ver los buches sin estar completamente llenos, pues al parecer, Descaro esperó a que le pusiera la avena germinada para hacerlo. No tardó en devorar ávidamente.

Espero que la próxima entrada sobre la nidada sólo tenga buenas noticias, pues lo más "difícil" pienso que ya ha pasado.