Rescatada porque era imposible

Esta pequeña periquita acabó en mis manos por un arrebato... Y porque era la combinación imposible de encontrar. Su color sólo lo he podido imaginar... Tras la muerte de Lancelot, en mi Balcón desapareció totalmente el factor perlado, aunque con el estado en el que se encontraba, era como un fantasma, una vana esperanza...

Entonces un domingo en Ribera de Curtidores, único día que tengo posibilidad de ir, iba a buscar las semillas para la mezcla de mis periquitos y de paso a curiosear a los pájaros, a pesar de que en la mayoría de las tiendas de esa parte de Madrid los tienen de pena, incluso te encuentras con empleados que parecen querer tomarte el pelo cuando te dicen amablemente: "Están todos muy saludables". Y se ve en esa jaula llena de periquitos unos tristes en el suelo, otros sí, normales, y otros infestados de ácaros de la sarna, hasta el punto de no poder determinar su sexo por el deterioro de su cera... Y fue en una de las peores tiendas dónde vi a esta preciosura. Tenían la desfachatez de venderla a ella y a un buen grupo de jóvenes periquitos como periquitos criados a mano. Sólo por el aspecto, era más que evidente que no los habían empapillado en su vida, eran simplemente periquitos emancipados recientemente y MUTILADOS.



Los venden con las remeras primarias cortadas, privándolos del vuelo de una forma que jamás entenderé. Esa primera vez que la vi, no le había visto el cuerpo (estaba entre otros periquitos aterrorizados haciendo piña), pero sí ditinguí que era alas claras, perlada y su factor rostral era cara dorada y doble... Fue una punzada dolorosa porque en ese estado no quería comprar un periquito. Se promueve la venta con esta práctica además. Había leido en el cartel que costaba 30€ y me pareció más abusivo todavía.

Pero una semana después, volví al Rastro Madrid, volví a verla y me la llevé. La verdad es que en el momento en el que volví a mirar con detenimiento vi que el precio era otro, seguía siendo caro, pero iba a pagarlo de todas formas porque actué por impulso.

El hombre de la tienda la agarró tan velozmente, la acercó para verla por debajo y luego se apresuró a ponerla contra su pecho para "explicarme" cómo tenía que hacer para acostumbrarla y adiestrarla como perrito faldero que me dio muy mala espina. Estaban todos adormilados en aquella urna (porque para más inri, estaban en un terrario sin agua y sin comida a libre disposición), y cuando la metió en una caja de zapatos perforada a los "Eduardo manos tijeras" antes de aprender a usar sus cuchillas, respiré hondo porque creí que no llegaría viva a casa, o que duraría un suspiro por el debilitamiento y lo que fuese que podría tener.

Al llegar a casa se evidenciaron dos cosas: cloaca sucia con heces verdes y pastosas (que se le quedaban pegadas) y una pata dañada que no era capaz de apoyar. No quiso comer ni beber a lo largo de la mañana, y por la tarde le di un jeringazo de agua con Tabernil Calcio y Total. Me fui a un comercio que abre los domingos para ir a buscar panizo a ver si se animaba a comer, aunque con el "chute" de agua con potingues parece que la despabiló un poquito.

También me hice con Flagyl, un jarabe que lleva Metronidazol, un antiparasitario-antibacteriano para ver si mejoraban sus heces y de paso prevenir que no trajese nada que pudiera hacer enfermar a mis propios periquitos. Asimismo recibió su gota de ivermectina para evitar que por todo el estress que estaba pasando desarrollase ácaros de la sarna, y eliminar al mismo tiempo cualquier parásito oportunista que la ivermectina pudiese combatir.

Cuando regresé con el panizo ella ya se había animado a comer.

Para darle el medicamento la pesé en una báscula digital calibrándola a cero con un comedero, dónde la puse para comprobar cuanto pesaba. Me indicó 30 gr, con lo que la dosis de Flagyl tenían que ser 0,03 ml. Esta información la tomé "prestada" de un compañero de foros periquitiles que mencionó el modo en que se les administraba y su utilidad. Además fue el que me ayudó a entender cuánto eran 0,03 ml en la jeringuilla de insulina que cogí al mismo tiempo que el jarabe, pues yo sóla era incapaz de deducirlo.

Con sólo dos tomas sus heces cambiaron de color y parecían más consistentes; al tercero ya no se le pegaban y dejó una linda hilera de ellas en el papel que tiene por suelo. Le di hasta los 5 días una última toma, al leer en el prospecto que según para qué fuese el tratamiento podían ser de 10 días a 5, y puesto que no había nada grave, decidí darle lo menos posible (después de todo, estamos hablando de un medicamento que puede tener efectos adversos hasta en el sistema nervioso).

Le he arrancado con unos días de diferencia las plumas remeras cortadas, de esta manera espero acortar significativamente su carencia y no tener que esperar varios meses hasta que se le cayesen naturalmente por la muda juvenil. Es más joven que Merlín, quizá un mes, con lo que pasar 6 meses en esa jaulita (o una mayor para acomodarla ahora que ya está mucho mejor) sin poder volar es una tortura, así que mejor unos sustos un rato para quitárselas y... A esperar...

Por cierto, es violeta de cobalto.