martes, 20 de mayo de 2025

Noticias agrias y noticias dulces

El patirrano, el polluelo mayor de Séfora y Kiko, falleció el día 12. Un macho curioso, no especialmente nervioso que jugaba con su hermana feliz el día 11 por la mañana. Sus colores eran dorada doble con un precioso color violeta de cobalto. Soportó lo indecible para enderezar sus patitas, como se puede leer en la entrada anterior, y era tan espabilado como cabía esperar: vital, saludable, activo y feliz.


A punto de salir del nido.


Esta fue la última vez que les tomé foto usando mis manos de percha, el día 24 de Abril. Pronto comenzarían a volar, en ese momento, prefiero no tocarlos si no es estrictamente necesario.



Siempre es divertido cuando los polluelos tienen curiosidad pero aún no han salido del nido oficialmente.



No dudó ni un instante el probar todo lo que había a mano cuando por fin salió del nido. Aunque su primera vez creo que fue por error cuando entraba y salía su madre, que ya estaba preparando una nueva puesta y los hermanitos estorbaban.


Cuando vi la primera pérdida parcial de paciencia de Séfora, los separé dentro de la antesala en una jaula para ellos solos y dejar a su madre lo más tranquila posible con la nueva puesta. No recuerdo cuantos días estuvieron ahí, creo que no fue más de una semana. Comían y bebían de todos los comederos que les puse (incluido uno pequeño de tolva, que sería del tipo del que deberían comer en la voladera). Así que estaban preparados para generar el caos entre los adultos.


 

 

Y aquí las únicas fotos que tengo de él una vez emancipado. Son todas del día 4 de Abril.










😢😢

 

Las buenas noticias son que hoy al revisar el nido de Séfora he visto un polluelo. Lo acompañan 3 huevos, de los cuales en teoría debería nacer un hermanito.

El motivo por el que Séfora no tiene huevos fecundos, es la ineptitud de su pareja en la monta. Pude ser testigo del modo en que Kiko realiza la tarea, y me sorprende que haya alguno con premio, sinceramente. Se refrotaba torpemente contra todo lo que encontraba pero no se centraba en cerrar el ángulo cola con cola, de modo que las cloacas apenas llegan a tocarse. Resulta tan torpe, que empujaba poco a poco a Séfora contra los barrotes... De por sí Kiko tiene un físico deprimido: alas caídas y cola casi siempre en perpendicular a las perchas; no imaginé que pudiera llegar a invalidar el apareamiento. 

Espero que la pequeña Tormenta, la hermana del fallecido patirrano al que casi le había puesto nombre, sobreviva y siga tan vital como el primer día. Se ha notado que echa de menos a su compañero de juegos... 😔

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