Un nuevo comienzo (primera parte)

Se han ido todos. Aquellos periquitos que me enseñaron tanto y me dieron tanta diversión (al mismo nivel que preocupaciones) ya no están. No queda ni rastro.

La última pareja, Sora y Descaro, me dieron una última nidada, pero fue un coletazo final, estéril. Sora fue algo así como la unión de la alas claras Diana y la viajera que se fue y regresó, alas claras también, Yunnan.

Descaro fue un regalo inesperado que al principio no me chistaba mucho: era opalino y además con un "alas claras" muy recargado. No era de mi gusto. Pero su procedencia, unido a un carácter muy gracioso y una fidelidad y buen comportamiento como padre, que lo convirtieron finalmente en mi favorito, y fue padre (o precursor) de periquitos que me encandilaron y me dejaron recuerdos muy agradables.

Comenzaron a desaparecer aquí: 

http://last-alexiel.blogspot.com/2012/11/vamos-del-mal-en-peor.html

Este era Loki.

 Y esta era Super Azul:

Tras conseguir un trabajo temporal en 2014 pude comprar una jaula decente, y darles un espacio más digno y seguro. 

http://last-alexiel.blogspot.com/2012/12/esto-esta-mejor.html 

Empezaron los problemas con una periquita que le compré a un amigo:

http://last-alexiel.blogspot.com/2013/01/empezamos-el-ano-con-zurras.html

No se ven las fotos, con esta que he recuperado es más que suficiente:

Ese paso fue el que me desinfló casi completamente, y cuando tuve que deshacerme de todo, faltaba poco para desbordar el vaso, muy poco.

http://last-alexiel.blogspot.com/2013/01/llegara-una-pausa.html 

http://last-alexiel.blogspot.com/2013/02/hasta-mas-ver.html

Vi a Sora y Descaro ambos muy animados, y yo quería conservar algún descendiente antes de que alguno de los dos se me fuese, y mantener al menos una pequeña y hermosa familia.

http://last-alexiel.blogspot.com/2014/03/sora-ya-esta-incubando.html

La nidada fue un poco tormentosa. Aquí las entradas de Abril de 2014 al respecto: http://last-alexiel.blogspot.com/2014/04/

Dos violetas de cobalto, uno dorada doble y otro dorada simple.

De los "cobaltos", uno salió combi (dorada y amarilla) y el otro cara amarilla. Pongo entrecomillado cobaltos porque realmente no sé ni recuerdo si alguno era cielo violeta. Según las fotos, a mi me parecen solamente cobaltos.

Independizados y todos conviviendo, en Diciembre ocurrió.

Quedaron solos los "5 fantásticos". Descaro con sus 4 pollos. Viendo estas fotos, creo que descaro no estaba muy saludable ¿hígado graso? No recordaba esa librea, y parece que las remeras tienen una forma un poco extraña. También, gracias las entradas antiguas del blog, pude reonstruir hechos y recordar nombres, pues esta última parte de mi experiencia periquitil la tengo realmente nublada.

De izquierda a derecha: Toshiro (combi), Chad (cara amarilla), Ichigo (cara dorada doble), Renji (dorada simple) y Descaro (dorada simple)

Esta fue la última entrada que publiqué sobre ellos: http://last-alexiel.blogspot.com/2015/07/los-5-palomos.html

Acabo de arreglar e vídeo, de Privado a Oculto para que pueda verse. Después de esa, iba a poner otra que se titularía "De excursión", con todos caminando y revoloteando por mi cuarto. Pero nunca llegué a terminar de redactarla ni de ponerle fotos ni los vídeos. Por circunstancias, mucho material gráfico de algunos de esos años lo perdí definitivamente al morirse, literalmente, el disco duro de mi PC.

Lo que ocurrió después (11 de Noviembre de 2015), fue el envío de 3 hermanitos a Tomás. Se fueron Chad, Renji e Ichigo:

Yo me quedé con el pequeño Toshiro y su padre.

Y esa fue la última foto de Descaro, pues en un descuido cuando yo no estaba presente en casa, Descaro se escapó de la jaula, dejando al último polluelo que recuerdo muy nervioso, en soledad. 

 

No tenía ganas ni capacidad para buscarle compañía después de todas las despedidas que había tenido que hacer año tras año desde mi regreso del centro del país, así que busqué en mis recuerdos, y fui a junto de un señor totalmente desconocido para preguntarle si aceptaba al pajarillo. No me dio problemas, tenía una pajarera enorme en el jardín con más periquitos. Cogí la bicicleta y cargué en una mochila los kilos de comida que me quedaban y a Toshiro en una jaulita de viaje.

Aunque me desagradaba que tuviese palomas también, y cuando le entregué al pequeño Toshiro, pasaron dos cosas: que se quedó asombrado de lo bonito que era (creo que no había visto un alas claras nunca) y que me di cuenta de que en su voladera había ácaros de la sarna. Le expliqué que era sumamente sencillo acabar con aquello, y me ofreció quedar para que le ayudase a administrar el remedio a todos los pájaros.

Jamás me escribió.

Desde entonces, no dejé de soñar de forma recurrente con periquitos.

Fin de la primera parte.