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martes, 14 de octubre de 2025

Rubí no deja de sorprenderme

Rubí ha sido desde su nacimiento hasta la fecha, una sorpresa tras otra.

 



En primer lugar, fue la única "rostriblanca" de la nidada cuando yo estaba convencida hasta el tuétano de que iba a ser una Combi como Sora (Cara dorada y cara amarilla), y la que me dio de esa manera, finalmente, la clave para saber que un "Cara amarilla Tipo 1" (o Creamface) NO ES como lo describen en todas partes y resulta imposible de diferenciar de un "Cara amarilla Tipo 2" (o Yellowface) a simple vista. 

Después, cuando ya revoloteaba por la voladera, una tarde en particular recuerdo que le daba el sol de soslayo me daba la impresión de que tenía perlas. Si era albina, no podía tener perlas... ¿No? 

Efectos de la luz, seguramente...

Una albina. No me llamaban la atención los peris de este color... Pero era bonito ver un pajarillo blanco destacar tanto entre los demás. Esquiva como ella sóla, sacarle fotos cada vez era más difícil.

Y empezó a mudar. ¿¿Eso no son rayas?? Y sus perlas se marcaron un poco más, y sus líneas en la cabeza hasta la nuca, que se desvanecen enseguida y acompañan a unas ondulaciones casi invisibles en los hombros. Tiene una extraña riqueza al no ser blanca plana, tiene rostro. Expresión. Dejó de ser blanco aburrido para ser sutilmente distinta.


 


La primera vez que le puse nido, me dejó en jaque mate. Yo había elegido a Zakarí como pretendiente y fue un macho espectacular en todo momento, y ella incluso aceptó comida de él y algún arrumaco. Zakarí era insistente, tenía interés por el nido y parecía tener muy claro lo que había que hacer. Pero ella estaba decidida a destruir la jaula y salir antes que acercarse al nido 😅. No sabía cómo podría manejar la situación con ella, porque comedero que ponía, comedero que descolgaba y golpeaba. Si ponía tipo capilla, se retorcía por dentro del gancho. Temía que en un descuido lograse arrancarlos del sitio o se descuellase. Y en ese momento no tenía suficientes comederos tolva, así que no pude ponerles uno...

Llegó al punto de que hasta Zakarí se aburrió de ella (o eso interpreté) y pasó a estar más tranquilo y hacer vida normal ignorando el nido con un espectáculo continuo de contorsionismos que Rubí le brindaba. Así que hice un cambio a ver qué pasaba... Y no cambió de actitud al quitar a Zakarí y poner a la pareja que ella misma había elegido: Zorrillo. Ambos muy nerviosos, y la combinación genética era bastante fastidiosa: flavo + ialbino. Todos los machos portarían el ino... Si hubiese algún macho entre los polluelos, y en el futuro fuese padre para buscar más flavos, seguramente alguna iba a salir albina 😓 Porque es albina ¿verdad? Me encantaría saberlo a ciencia cierta en el futuro, pero su padre, el portador original, no está en condiciones aparentes de volver a intentarlo, por si de casualidad saliese un "lacewing decentillo".

Y si me acercaba un poco a la jaula, hiperventilaba 😓. En esa foto se ve perfectamente como abre el pico al respirar acelerada por tenerme cerca sacando fotos. Y no era necesario tener la cámara, el mero hecho de estar barriendo ya la agitaba.

Llegando las olas de calor, esperé hasta Otoño devolviéndola a su lugar en la voladera. y el día que en Agosto anunció el cambio de temporada (previo a una semana de lluvia, que se prolongó 20 días), la separé de nuevo colgando la jaula en un lugar más seguro porque no me fiaba de aquel constante intento de fuga. Además, sería más cómodo devolverla si tenía que volver a desmontar todo el tinglado.

La puse pensando: "Si en una semana no le haces ni caso al nido, te lo quito."

Y le hizo caso al nido 😲.

La observé entonces y me dije: "Si en una semana no entras al nido, te lo quito."

Y empezó a entrar al nido 😳.

Entonces, aún sorprendida del avance NORMAL pensé: "Si no veo señales durante la semana, te quito el nido."

Y no tardó en mostrar una cloaca rosadita. La madre que la trajo 😅...

Puso un primer huevo sorprendentemente pequeño (¿era de celo?), se plantó en 5 incubando de forma similar a su madre, durmiendo en el nido desde el primero. Pero de día la tía salía del nido desconfiada si yo estaba allí barriendo, cambiando bebederos, comederos o limpiando las cagadas... ¿De verdad iban a salir adelante? No me había pasado nunca algo así. 

Y de pronto, un día, Zorrillo entraba al nido en busca de refugio.

Aquella combinación de Rubí saliendo y Zorrillo entrando no podía ser buena. Así que me puse un poco nerviosa, y empecé a preocuparme más cuando el día 5 Octubre aún no había nacimientos...

Y van y nacen 2 pollos a la vez al día siguiente 😆... 

Zorrillo entrando y saliendo en pánico enganchaba a los polluelos haciendo rotonda con Rubí, y quedaban aislados en el extremo opuesto. Ocurrió 2 veces. El primer "damnificado" fue el mini-pollo, que si no fuese porque aquellos días hacía calor hubiese muerto de hipotermia. Y el siguiente, fue el tercero (nació le día 9) por la misma manía.

Ese tercero debió de terminar de espabilar a Rubí durante la jornada, porque por la tarde intenté ver si lo habían alimentado y no me dejaron. ¡¡Mae mía, chiquilla!! ¡De "caguetas" a "super-mamá" en apenas 6 horas! 😂 Cómo todos los polluelos parecían estar bajo los padres, desistí pensando en comprobarlo al día siguiente.


Y al día siguiente me chilla y no se mueve de dónde está, busca tapar a los pollos y le da igual mi mano; llega un punto en el que simplemente me mira. De hecho, quise probar a ver si me daba algún picotazo y sólo me acercaba el pico rápidamente con el claro mensaje de "aquí sobras", pero sin fuerza bruta. A Zorrillo sí lo saqué por la puerta del nido, necesitaba saber si seguían siendo 3 😂


Sé que no es confianza en mi persona, no tengo a los periquitos así, los tengo más asilvestrados que otra cosa. Creo que ahora prevalece el instinto materno al de la autoconservación, ha sufrido alguna crisis que le ha hecho dar un giro de 180º con respecto a su actitud con el nido y su prole. Y gracias a eso, estoy viviendo una experiencia totalmente nueva y la he visto priorizar el alimentar a su polluelo insistente, antes que hacerme caso o rehuirme. Siempre veía a las personas con las que compartía espacios virtuales teniendo experiencias así, y las disfrutaban por supuesto, pero las daban por "normales".

Para mi nunca había sido algo habitual. 

 

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