domingo, 8 de mayo de 2011

Los "Francesitos"

Entrecomillado "francesitos" porque no hay ninguna prueba clínica que lo demuestre en mi caso, pero por la similitud de estos pollos a cualquier otro que sí padezca de esta enfermedad, así los llamo.

Sora y Marcus tuvieron 5 pollos, 4 hembras y un macho. Por fin están emancipados, aunque la suelta fue sin esperar a que pudiesen volar, pues... ¡¡Sólo uno de ellos salió volando!! Decidí quitarle el techo a la jaula y dejarla en el suelo, sin nido y dejando de nuevo libres a todos los demás. Sora llevaba separada de Marcus ya unos días, pero las plumas seguían cayendo sin terminar de desarrollarse. Aparecían picoteadas en la base y se partían.







4 pollos se pasan el día trepando de arriba abajo. He dejado la jaula de cría en el suelo para que puedan entrar y salir del jaulón. Se suelen tirar al vacío, no parecen conscientes de que hasta que les vuelvan a salir las plumas no deberían intentar volar. Pero han salido valientes y temerarios. La quinta, una de las que llamo "Simpáticas" por tener las puntas plateadas (herencia paterna) ha ido perdiendo capacidad de vuelo en lugar de ganarlo. Tiene algunas plumas partidas, y se le ha caído alguna que otra pero todavía se sostiene en el aire. La he revisado y ya están las nuevas a punto de trminar de formarse, pero el hueco que tiene ahora le dificulta la maniobravilidad. En esa foto de la izquierda se puede ver perfectamente que le falta una uña. Su dedo es completamente normal, así que no sé si se la arrancaron en el nido o si nación sin ella.

El que está con una apariencia peor que ninguno es el único macho. He visto cómo aleteando se golpeava con una percha o con los barrotes y las puntas de sus alas comenzaban a sangrar y a salpicar. Era bastante desagradable, pero si intentaba recogerlo para cortarle el sangrado me daba buenos picotazos, así que no hice nada de nada, y él mismo poco a poco se iba limpiando (y no seguía sangrando como para pensar que iba a peligrar su salud). La verdad es que la sangre es bastante escandalosa de por sí, y como me han metido en la cabeza que la pérdida de una sóla gota de sangre puede ser fatal, hasta ahora me asustaba mucho, pero he podido comprobar que no es para tanto.

Al principio lo tomaba por malva, pero ahora que ha recuperado algunas de la splumas de las gulares, me autocorrijo y lo veo violeta de cobalto. Es como su abuela Atenea, sólo que la sufusión del cara dorada es casi exagerada (hasta ahora habían salido de mis nidos con bastante menos jejeje).  Canela, alas claras y pelón. Sobre su "alas claras" tengo una discordancia con un conocido que está interesado en este pollito que lo califica de posible "alas grises". Por el momento, desconozco de dónde puede haber surgido esa mutación entre mis pájaros, pero si aprendo algo conversando con este criador ni dudaré en compartirlo.

El que tiene un aspecto más "tierno" es la otra simpática, a la que ya le asoman las nuevas remeras, pero ha llegado a parecer una bolita de colores. Ella también tiene un notable defecto que se aprecia en esta foto, ¿veis ese dedo? Además de faltarle la uña creo que le falta al menos una falange. En lugar de terminar en redodo con su respectiva almohadilla, termina en punta. También el dedo inmediatamente enfrentado sufre una malformación que aunque no es exagerada se le nota. Tiene la última falange ligeramente torcida haca adentro. Con esa pata he notado que no se agarra igual de bien que con su patita izquierda.


Una de las opalinas que prometía salir entera del nido es la malva, pero que al ir perdiendo las plumas tan bien formadas que tenía casi de forma repentina poco antes de dejar la jaula abierta, la hizo salir del nido con dos remeras que duraron un suspiro.



Ella sí es malva. Afortunadamente también le he visto las nuevas plumas escondidas, espero que las recupere y acabe como una periquita normal.






La mayor, canela y malva también, a ella le ayudé a salir del huevo... Al igual que una de las simpáticas, no tiene remeras y parece un ratoncillo, pero al menos conserva alguna triste timonera. Ella aún tiene algunas plumas descolocadas (ya pertenecen a las coberteras y no a las remeras, que ya no le quedan), que probablemente vaya perdiendo a medida que siga en movimiento por el balcón.

A pesar de estos inconvenientes tan evidentes, han despabilado perfectamente, fueron ligeramente atendidas por su padre hasta hace poco, pero ya ellas comían perfectamente solas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario