viernes, 18 de marzo de 2016

Zeus




Zeus. Su forma me agradaba mucho. Espero que algún día pueda recuperar algo así para crear una línea de periquitos similar con los colores que yo vaya eligiendo, y en las combinaciones que a mi mejor me parezcan... Algún día. Quizá cuando sea una viejecita (sigh...).
¿Porqué me acordé de Zeus, así medio de repente? Por esto:

En la sección de comportamiento de la web Miperiquito.es (Comportamiento), encontré a Zeus. Un periquito marcas negras que me encantaba. Su máscara era redonda y regia, con los spots elegantes y de dos filas, la fila pequeña descansaba ordenada sobre la fila de las perlas más grandes y destacadas. Era violeta de cobalto, y con lo que "sé ahora", no lo veo creamface, si no más bien yelllowface. Antes yo hacía como muchos, distinguía el creamface del yellowface por tener una invasión más o menos evidente. Zeus era como una antigua periquita que tuve qued ejar atrás al mudarme de Pontevedra a Madrid. Las fotos que faltan en la secuencia de la imagen que encabeza la sección de esa web:



¿Guapo, verdad? Gracias a esa foto he rememorado cosas. Me apetece compartirlas.

Nada más llegar a casa, fue un flechazo para la periquita que tenía desemparejada, Maia, la única periquita inglesa que me ha gustado alguna vez.







Fue muy cómico para mí, allá por el año 2007, cuando en un intento vago de cuarentena, la periquita gigantona estaba como loca correteando por la minijaula en la que tenía metido al periquito nuevo. ¿Menuda cuarentena, no? Liberar a las avecillas para que conociesen al nuesvo integrante.

De hecho, Diana y Alexis (pareja) le hicieron el caso justo. Se acercaron, miraron y dijeron: "Vale, un periquito". Y se fueron a lo suyo a revolotear por aquel balcón cerrado del piso compartido de alquiler en el que vivía yo con varias personas. Maia no se separaba, estaba histérica por meterle el pico. Le abrí la puerta, el pollo no tardó en encontrar por dónde salir, y literalmente como Perico por su casa se dejó hacer por aquella periquita.







Ella era aparentemente enorme a su lado. Aquella cabeza esponjosa... XD. Eran adorables. Y fueron, junto con Diana y Alexis, mis primeras esperanzas de criar por primera vez con periquitos.

Muchas de las originales de estas fotos las perdí por problemas con el ordenador, por fortuna tengo la costumbre de compartir las cosas y tenía copias (redimensionadas) de muchas de estas fotos que ya no están en mis discos duros.



Pasaron su muda, los días eran largos y calurosos, y yo les preparé un hueco en la voladera para poder colgar un nido. Hubo situaciones realmente cómicas. Para mí todo aquello era nuevo. Logré tomarles una foto en el momento oportuno, y dejé unos bocadillos que expresaban lo que yo interpretaba ...


Si hubiese tenido éxito en la cría con estos dos, estoy segura de que iba a ser una experiencia estupenda, estaban muy compenetrados. Él montaba guardia y la vigilaba continuamente. Ella encantada con tales atenciones. La progenie seguramente no me iba a "dar nada" que realmente buscase en el color de los periquitos, y seguro que iba a ser muy inglesada (de hecho, Maia me dejó una descendencia que me disgustaba bastante por las características inglesadas, pero esto es material para otra entrada distinta). Si por casualidades de la vida, Zeus hubiese cambiado la pareja y hubiese decidido luchar por Diana, entonces iba a ser todo otro cantar.


El día que me di cuenta de que andaba demasiado esponjado, vi que tenía el pico con un crecimiento anormal. Se había hecho un pequeño corte con la malla de la voladera en el pico, provocando que la punta del mismo creciese descompensada. Las características que tanto me gustaban de él me habían impedido ver claramente un problema EVIDENTE. Le costaba mucho pear las semillas y estaba pasando hambre. Cuando me di cuenta lo cogí, le limé el pico con una lima de uñas en un tris, y lo dejé en una pequeña jaula con todo el suelo lleno de semillas para que no tuviese que hacer ningún esfuerzo para comer. Coincidió con la llegada a casa de Dexter, al que sí mantenía lejos de los otros hasta pasada una supuesta cuarentena. Tuve que irme de casa, y dejé a Zeus con su jaula abierta para que estuviese en compañía de Dexter... El error costó caro. No estaba en plenas facultades y hubo algún momento a lo largo de mi ausencia que le fallaron las fuerzas y no pudo regresar a la jaula repelta del energético alimento que necesitaba. Lo encontré muerto.

Zeus, un rompecorazones periquitil:

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